CRITICA DE COMICS: LOS 4 FANTASTICOS. EL PRINCIPIO DEL FIN, DE TOM DEFALCO Y PAUL RYAN

Allá por los 90´s, editorial Forum decidió recopilar en formato tomo algunos de los arcos argumentales más importantes de los cómics Marvel de aquellos entonces. La colección se llamó Libros Grandes Sagas Marvel y llegó hasta los 21 números. En esos años, Forum canceló gran parte de las colecciones de grapa que venía editando, con la excepción de las de
mayores ventas. Esas series canceladas se recopilaron en esa colección con un sello en portada que rezaba "Material inédito en España", para que no fueran confundidos con los volúmenes de retapados, que recopilaban las grapas ya publicadas casi a precio de saldo.

Los 4 Fantásticos: El Principio del Fin, el décimo volumen de esta colección, recopila los números #376 al #386 de Fantastic Four y Namor #48, un material más que estimable teniendo en cuenta la fama que siempre han arrastrado los años 90´s de ser una mala década para los cómics. ¿Por qué El Principio del Fin? Como es sabido por los aficionados, una muerte importante en una colección de superhéroes trae siempre consigo una subida de las ventas. Lo hemos visto recientemente en la línea Ultimate de Spider-Man, Batman R.I.P., o los mismos 4F con la "muerte" de Johnny Storm, la Antorcha Humana. Pues bien, en esta saga que nos ocupa, asistimos a otro supuesto fallecimiento de gran relevancia: el de Reed Richards.

PORTADA DEL #382, EN EL QUE VEMOS EL ESPECTACULAR UNIFORME DE SUSAN RICHARDS

La historia comienza con la desaparición del pequeño Franklin Richards, solo para volver momentos después ya adulto y convertido en Psi-Lord. Tenemos a la Cosa, cuyo rostro desfigurado por Lobezno en una aventura anterior lo ha convertido en un ser aun más amargado de lo que era. El Dr. Muerte sigue con sus planes de destruir a los 4F, esta vez logrando eliminar a Reed Richards, no sin antes pagar un alto coste por su parte. El volumen termina con un cruce con la colección de Namor, quizás lo más endeble de la historia.

El guión escrito por Tom DeFalco es entretenido y trepidante, no dando un respiro al lector, con abundancia de personajes y tramas entremezcladas: el padre de Reed, Nathaniel, proveniente del futuro alternativo descrito en Días del Futuro Pasado (The Uncanny X-Men #141-142), al igual que un Franklin Richards adulto convertido en Psi-Lord; Lyja, la novia skrull de Johnny, embarazada de este; el Dr. Muerte... En fin, toda una serie de personajes y tramas que a algunos lectores les puede parecer ya muy pasados de moda pero que a mi me siguen entusiasmando hoy día.

MALICIA, EL REVERSO TENEBROSO DE SUSAN RICHARDS

Estamos en los 90´s y eso se nota en cada viñeta de este cómic. Durante aquellos años muchos guionistas echaron mano del recurso de la versión oscura de los superhéroes, como en este caso sucede con Malicia, la personalidad malvada de Susan Richards. Y hablando de Susan, el dibujante Paul Ryan, al más puro estilo noventero, la dibuja con uno de los uniformes más sexys que ha vestido nunca el personaje, sin contar el de su alter ego malvado, Malicia. El dibujo de Ryan, como siempre, estupendo, detallista pero dinámico y con un gran sentido de la narración. Es curioso el ver cómo los guionistas de esta época se apoyaban en el uso de bocadillos para los pensamientos de los personajes, un recurso hoy en día casi extinguido.

Lo más relevante del cómic del que os hablo es lo entretenido que es. DeFalco consigue introducir unas tramas dentro de otras sin agobiar, perfectamente engarzadas. Lo mismo nos sitúa en Nueva York, en un semidestruido edificio Baxter, que traslada la acción a Latveria o al Mundo-Trono skrull. En cada número pasan cosas, muchas cosas, muchas de ellas acontecimientos relevantes, algo raro hoy en día en que los guionistas estiran las tramas artificialmente con rellenos o páginas y páginas sin texto. Leer un cómic actual de superhéroes Marvel es muchas veces una labor ardua y anodina, por lo intrascendente de su historias y su falta de agilidad narrativa.

Los 4 Fantásticos: El Principio del Fin es un cómic que todo aficionado a esta peculiar familia debería leer. Aun siendo fan de los 4F, no conocía esta saga, pues lo último que leí de esta colección fue la sensacional etapa de John Byrne, que terminó en 1986 en el número #293 de la colección. Sin embargo, tras descubrir este cómic entre las estanterías de mi buen amigo y colaborador Silver Draper, me he propuesto rellenar ese hueco y volver a disfrutar con mayúsculas de unos cómics que quizás merezcan ser valorados en su justa medida.