historia de tres adolescentes de un mismo instituto, Andrew (Dane Dehaan), Matt (Alex Russell) y Steve (Michael B. Jordan) que por una casualidad adquieren habilidades especiales propias de superhéroes.
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| NO OS DEJÉIS ENGAÑAR, NO SON TAN AMIGUITOS |
Los tres son muy diferentes. Andrew tiene problemas en casa, los que tendría cualquiera con una madre enferma en cama y un padre que no puede afrontar los gastos médicos al estar de baja y que vuelca su frustración en su hijo. También en el instituto le llueven los palos, literalmente... Eso puede ser la causa de que decida grabarlo todo, para poner una barrera entre su odiosa realidad y él. Su primo Matt es su amigo más cercano, aunque no significa que sean íntimos. Para Matt, su primo podría cambiar algunas cosas para que le fuera mejor en sus relaciones personales. El último de los tres, Steve, tiene poco que mejorar. Le va bien en todo, es simpático, atractivo y aspira a hacer carrera política ya desde el instituto. Una vez sufren el incidente, se vuelven inseparables, más por su secreto común que por una afinidad de caracteres. Pero tanto poder acaba haciendo efecto y las consecuencias son muy diferentes a las que imaginaban en un principio.
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| ANDREW NO ARREGLA SU FALTA DE EMPATÍA CON SUS PODERES |
La película está grabada prácticamente en modo cámara en mano. Pero, como muy bien dice el título, lo hace como una crónica. El anonimato de los actores protagonistas no es que salga barato, es que es necesario para lo que nos cuentan. No te identificas con ellos, pero cuidado, te interesas por lo que pasa. Esto a mí me parece un equilibrio muy difícil y un gran logro del director. ¿Por qué no conectas con ellos? No se hacen querer, no empatizas, no te identificas. No en el sentido de que no sean creíbles sino que de alguna forma el realismo que impregna la película, aunque nos cuenten algo increíble, los hace tan humanos como los niñatos que se puedan reunir el cualquier plaza. Bastante ajenos a primera vista de virtudes que enternezcan.
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| MIRA QUE HAY CAJEROS AUTOMÁTICOS PARA PERDER EL TIEMPO EN EL DESGUACE |
Será por aquello de que el cerebro adolescente no da para pensar en nada que no sean ellos mismos, que lo que hacen con sus poderes se nos antoja incomprensible. ¿Tu madre agoniza porque no tienes dinero y sólo se te ocurre lucirte en el teatro del instituto? Cuando reacciona en ese sentido, sus decisiones son tan estúpidas como irreflexivas. Si lo miramos como a personas, que no saben gestionar lo que tienen, y más en esa edad, nos lo creemos, pero de entrada no son comprensibles para el espectador. La falta de un objetivo claro, como en películas como Jumper o Sin Límites, donde se centran desde un principio en ganar dinero con sus habilidades, aleja la posible identificación con ellos.
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| NO TIENEN MUCHA IMAGINACIÓN ESTOS CHICOS, NO |
También la falta de preocupación de nuestros protagonistas de por qué han adquirido sus habilidades o si entrañan algún efecto secundario (¿cáncer, por ejemplo?). No digo esto como un fallo, ya que no es eso lo que el director nos quiere contar. Es inherente a la forma de ser de los chicos y a la falta de tiempo suficiente para que asuman completamente lo que les sucede. También sorprende la ausencia total de referencias o personaje friki tan fáciles de poner en una película como esta, y ganarse la simpatía de un sector del público con ello. Tampoco esperéis humor, la película es seca en ese sentido, y habría sido muy fácil algún chistecito de más. Este director se ha arriesgado, se lo ha tomado en serio y ha acertado.
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| LA COSA SE COMPLICA. CON LO BIEN QUE LES IRÍA EN LA TELEVISIÓN |
No ha caído en lo fácil y nos aporta algo nuevo con una historia que ya se ha contado muchas veces. Aunque el devenir de los acontecimientos in crescendo es discutible debido a que no nos es comprensible por qué se comportan como lo hacen, aportan acción a una película que no la necesitaba para gustarnos y convencernos. Por cierto, aprovecha estupendamente sus 12 millones de dólares de presupuesto. Podemos enmarcarla dentro del estilo de Monstruoso o Monsters, pero con su propia originalidad. Muy recomendable, diferente y dura, os lo advierto porque la sala estaba llena de niños pensando que iban a ver Spider-Man. Estaremos atentos a lo que nos siga ofreciendo este director, que viendo el éxito de la película ( lleva 58 millones de dólares sólo en Estados Unidos y sumando) podrá elegir. Al menos de momento.
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