LUCK, EPISODIO PILOTO. LA CRÍTICA

Si te dicen que la HBO ha hecho una serie con Dustin Hoffman y Nick Nolte, que dirige Michael Mann, y que el creador de la serie es David Milch, el responsable de Deadwood, tienes que verla. Otra cosa es que te deba gustar. La temática de la serie es el submundo de las carreras hípicas. En este primer episodio, vemos como Chester (Ace) Bernstein
(Dustin Hoffman) sale de la cárcel y es recogido por su hombre de confianza, Gus (Dennis Farina). Se dirigen al hipódromo, el cual ya no abandonaremos en todo el episodio. Un grupo de perdedores, que necesitan desesperadamente un baño, esperan que sus apuestas sean las acertadas, mientras la serie nos muestra lo que se mueve en las caballerizas. Presiones a los jinetes, desconfianzas y recelos entre todos, veterinarios, dueños de los caballos, entrenadores...

UNA PANDA QUE NO ME INTERESA NADA

Esta serie no nos muestra el lado glamouroso del mundo de la hípica. Hasta el hipódromo es un lugar sucio y feo, como casi todos los que han aparecido en este episodio. No voy a entrar en muchos detalles porque no voy a seguirla. Está muy bien realizada, las carreras están muy bien rodadas, los actores están estupendos. Pero no hay nada en ella que me interese. No es ya porque sepa lo mismo que la mayoría de las carreras de caballos, nada en absoluto. Tampoco soy aficionado a ver cómo viven en el extrarradio y me encanta Shameless, o a la corrupción política norteamericana de los años de la ley seca y me fascina Boardwalk Empire. Por cierto, me parece injusta la comparación de Luck con ésta última. Boardwalk Empire tiene un plantel de personajes a cuál más interesante, en ningún momento caes en "oh, vaya, la parte que sale este me aburre". 

LAS CARRERAS SON LO MEJOR CON DIFERENCIA DE LA SERIE

En Luck, es justo lo contrario: no sale ninguno que me importe. Son antipáticos, desagradables, guarros incluso. Sus trapicheos con hacienda y la jerga de la hípica ni la entiendo ni la quiero entender. Los momentos de humor, en los que se burlan del físico de un guarda de seguridad, me han resultados desagradables, cuando realmente el diálogo estaba bien construido. Han querido ser tan realistas, que han trasladado el aburrimiento de la realidad de muchas personas a la serie. Imaginaos que entráis a un bar y veis a un grupo de hombres hablando de la quiniela y de fútbol, que no se mueven del bar y de aspecto sucio. ¿Os apetece saber mucho más de ellos? Eso sí, creíble es la serie como ella sola, pero te quedas pensando ¿y qué?

ACE (DUSTIN HOFFMAN) REGRESA DISPUESTO A RECUPERAR SU LUGAR

Sobre Ace, no sabemos qué hizo para ir a la cárcel, parece un cerebro criminal que guardó silencio sobre sus cómplices. Este personaje nada tiene que ver con el carisma arrollador de Al Swearengen (Ian McShane) en Deadwood, una pena. Nick Nolte apenas aparece en este episodio. Parece alguien que trama algo, pero por mucho que trame...es con un caballo. Lo siento pero no me llega esta historia.

Quien pueda apreciar esta serie, le alabo el gusto, porque a mi me ha resultado fría, árida, insípida y monótona. El momento que deben sacrificar un caballo porque se lesiona, el jinete dice que le ha dado mucha pena, pero su reacción es quedarse tan tranquilo. Yo he visto llorar a jinetes en televisión por sus caballos, y este reacciona como si estuviera hueco, carente de emociones...como la serie.

-¡UICH! ME HE DEJADO MEDIO CABALLO EN LA PISTA

En fin, si buscáis algo realmente distinto quizás os convenza, pero yo me bajo ya de ella. Sólo destacaría la gran belleza de las carreras, único momento que aporta ritmo y emoción, pero no es suficiente para seguirla. Ya está renovada para una segunda temporada, así que podeís seguirla sin miedo si os hace gracia. Supongo que es una cuestión de que te lleguen o no los personajes y lo que te están contando. No creo que esta serie vaya dirigida a quien sabe de hípica, los artífices de la misma te deben saber atrapar, con independencia del tema que se trata. Si lo pensáis bien, seguimos las series porque queremos u odiamos a sus personajes, y en ese sentido, me ha parecido fallida. Quizás han querido hacer algo tan serio, de tanta calidad y sin concesiones, que se les ha olvidado ese detalle en el camino. De todas formas, le deseo suerte, como dice el título, para que sigan innovando en televisión y grandes estrellas del cine se sigan pasando por la pequeña pantalla.