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AMERICAN HORROR STORY. EPISODIO 4, "HALLOWEEN PARTE 1". LA CRÍTICA

El capítulo comienza, como no, con otro crimen perpetrado en la dichosa mansión donde vive la familia Harmon. Esto parece estar convirtiéndose en una costumbre, algo así como la seña de identidad de la serie. Después de haber asistido en los anteriores tres capítulos a otros tantos crímenes acontecidos a lo largo de la existencia de la casa (el de los chicos gemelos en
los 70´s, el de las estudiantes en los 60´s, el de la sirvienta en los 80´s y el rapto y posterior asesinato del hijo del primer dueño de la casa en los años 20´s) volvemos a encontrarnos de sopetón con otro crimen, pero esta vez ocurrido en el año 2010 a una pareja de gays, el único crimen del que los Harmon son conscientes al adquirir el inmueble.


ZACHARY QUINTO INTERPRETA OTRA DE LAS VÍCTIMAS DE LA CASA

Tanta acumulación de crímenes por metro cuadrado, más que aterrorizar, lo que provoca es algo de risa. Me explico. Si entras en el juego de la serie, te sumerges en la historia y olvidas la cantidad de sucesos bizarros e incomprensibles que pueblan la trama, quizás American Horror Story divierta, incluso de algo de repelús. Pero si no conectas con lo que te están contando y, lo más importante, cómo te lo están contando, lo más probable es que termines pasando de la serie. Y digo todo esto porque tanto crimen en un mismo sitio tiene poco de creíble, pero mucho de grotesco y exagerado. Pero sigamos desgranando el capítulo.

CONSTANCE MANTIENE UNA RELACIÓN AMOR/ODIO CON SU HIJA ADELAIDE

Una de las novedades del episodio (que son muchas) es la revelación de que el hombre del traje de sadomaso es en sí mismo un asesino, y no solo un elemento misterioso y perturbador de la casa. Es reseñable que casi ninguno de los personajes parece asustarse ante tal visión, más bien muestran sorpresa y diversión, como si algo así les ocurriera a diario. Sin duda alguna, la vida sexual de los guionistas de American Horror Story debe ser apasionante...y dolorosa.

También en este episodio los muertos vuelven a la vida y, como ya parece ser algo habitual en el show, lo ves venir de lejos. En este capítulo le toca a la pareja de gays volver a su antigua casa a ayudar a los Harmon a decorarla para Halloween, para así llamar más la atención sobre ella y tener más posibilidades de venderla. Uno de estos chicos es interpretado por Zachary Quinto (Héroes), un actor que supongo que debió salir al paso de los rumores y saltar del armario gracias a la excepcional interpretación que hace de gay en este episodio. El  nivel psicotrónico de la serie sube bastantes enteros cuando la pareja de Quinto intenta seducir a  Ben (Dylan McDermott) de la forma más atrevida.

COMO SI NO TUVIERA BASTANTE CON EL DÍA A DÍA

El capítulo no se llama "Halloween Parte 1" por nada, pues como ya he dicho, es un evento que aprovecharán los Harmon para poder deshacerse de la casa. Uno de los momentos más hilarantes del episodio es cuando Larry Harvey (Dennis O´Hare) llama a la puerta con el consabido "¿trato o truco?", reclamando a Ben sus mil dólares por haberle librado de la molesta amante de este y diciéndole que sólo en Halloween puede ser él mismo, dado su desfigurado rostro.

Los creadores de la serie parecen haberla basado en una sucesión de escenas aberrantes e inusuales como medio para intentar perturbarnos, más que asustarnos. No digo que eso sea malo, sólo que la serie, más que dar miedo lo que hace es inquietarnos ante tanto desatino. Esto viene a colación de la extraña relación de la hija de Constance (Jessica Lange) con el amante de ésta y las ansias por disfrazarse de chica guapa en Halloween. La reacción de la madre ante el tonteo que Adelaide (Jamie Brewer) mantiene con su amante añade todavía más carnaza a un puchero ya con muchos ingredientes.

¿TRATO O TRUCO?

Otro de los personajes que desfilan por el episodio es Tate (Evan Peters), el paciente adolescente de Ben. ¿Es él el hombre de cuero? Puede que así sea, pues de esa manera asusta a la hija de los Harmon, Violet (Taissa Farmiga). ¿También está muerto Tate? Esta serie cada vez se parece más a otras como Lost o películas como El Sexto Sentido o Los Otros, con tanto muerto rondando por doquier. 

Podría seguir enumerando situaciones extrañas del capítulo, pero debéis verlas vosotros mismos (la enfermera que se desmaya con la ecografía, la resucitada amante de Ben, el accidente de Adelaide...). La serie no defrauda, ofrece algo difícil de encontrar actualmente, y es que no se toma en serio a sí misma y eso ya es algo muy importante a su favor.

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